Érase una vez un hado que se llamaba Patata.
¡Tenía poderes! Lo cocinaron y casi se lo comen. Patata dijo:
- No dejaré que esos dientes me coman.
Así que cogió su varita y...
- Yo, Patata, quiero ser Patatona.
¡Y se hizo grande!
Entonces Dientes dijo:
¡Ah Patatona! ¡Menudo susto me has dado! Yo no quería comerte. Despertaré a Lengua. Hace mucho tiempo que no te ve.
Dientes, Lengua y Patata fueron felices y comieron perdices en Hadalandia.
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